Cuando emprendes como terapeuta tienes una misión clara: acompañar, sanar, transformar. Tu consulta, tus sesiones, tus talleres… todo gira en torno a ofrecer bienestar. Sin embargo, hay una parte del desempeño que a veces queda relegada, olvidada o simplemente evitada: el aspecto económico. Te guste o no, una adecuada gestión financiera para emprendedores es indispensable para la permanencia y evolución de tu proyecto de vida.
A decir verdad, no es raro descuidar este asunto. Muchos emprendedores del bienestar sienten incomodidad al hablar de dinero. Hay creencias limitantes, falta de formación o, simplemente, rechazo a “contaminar” lo espiritual con lo económico. Pero, ¿sabes qué?: no hay emprendimiento sostenible sin finanzas sanas. Lo cierto es que conseguir tu libertad financiera es lo que te permitirá seguir trabajando en lo que te gusta y por cuenta propia.
Si tú también sientes que tus ingresos no reflejan el valor que entregas, que no sabes cuánto puedes invertir, o que todo se sostiene “al filo”, este post es para ti.
En esta ocasión, te explicaré un enfoque sencillo y práctico que puede ayudarte a ordenar y fortalecer la dimensión financiera de tu proyecto: las 3P. Y no, no hablo de una fórmula mágica, sino de una mirada estratégica: Personas, Procesos y Ganancias (Profits).
Espero que este aporte sea como una brújula que te ayude a revisar dónde estás, qué te falta y hacia dónde moverte para lograr un equilibrio entre propósito y rentabilidad.
¿Qué son las 3P y cómo se aplican a la gestión financiera para emprendedores?
El enfoque 3P no es un concepto “clásico” de las finanzas, pero sí es profundamente útil para emprendedores que no vienen del mundo empresarial tradicional. Aun así, este enfoque es útil si trabajas desde la conexión, la intuición y el servicio -como ocurre en las terapias alternativas- y necesitas una estructura clara sin perder tu esencia.
Estas son las 3P aplicadas a tu gestión financiera:
- Personas. En este caso, hablamos de quienes producen un impacto en tus decisiones económicas: tus clientes, tus proveedores, tus aliados… y tú mismo. La manera en que se relacionan contigo y cómo tú te posicionas ante ellos influye directamente en tu salud financiera.
- Procesos. Son los métodos y sistemas que utilizas para gestionar el dinero que entra y sale. Aquí entran desde tus formas de cobro hasta tus hábitos de registro y análisis de datos económicos. Como verás, tener procesos ordenados es como tener raíces fuertes: no se ven, pero sostienen todo.
- Ganancias (Profits). No hablo solo de cuánto ingresas, sino de cuánto te queda. Y más aún: si esas ganancias te permiten vivir en calma, crecer o reinvertir. Ciertamente, si no mides tus beneficios reales, podrías estar trabajando mucho y ganando poco… sin darte cuenta.
Este marco te permitirá analizar tu emprendimiento con más claridad, tomar decisiones más conscientes y alinearte con una forma de trabajar que honre tu misión sin descuidar tu bienestar económico.
Personas: las relaciones que sostienen (o desestabilizan) la gestión financiera para emprendedores
Cuando hablamos de finanzas, solemos pensar en números, pero todo comienza con personas. En efecto, las decisiones que tomas, tus ingresos, incluso tu motivación para emprender están conectados con vínculos: con los demás y contigo.
Tus clientes
¿Tienes claridad sobre quiénes son tus “avatares” o clientes ideales? ¿Estás atrayendo a personas que valoran tu trabajo y están dispuestas a pagarlo con gusto?
Con mucha frecuencia, muchos terapeutas cometen el error de “bajar precios” para ser accesibles. Pero, casi siempre, eso solo trae más desgaste y menos compromiso. Cobrar lo justo no es abusar: es reconocer el valor de tu tiempo, tu formación y tu energía.
Además, es fundamental establecer políticas claras: formas de pago, cancelaciones, reembolsos. Si no tienes reglas, estarás negociando todo el tiempo… y eso también desgasta tu energía y tu rentabilidad.
Igualmente, debes saber hablarle a tu audiencia. Conocer su problema y decirle cómo puedes ayudarle a solucionarlo. ¡Sin manipular y sin presentarte como un “santo en el abismo”! Sobre esto hablo ampliamente en mi post sobre el marketing espiritual.
Tus colaboradores o proveedores
Si contratas o te relacionas con personas o empresas para gestionar tu agenda, marketing, redes, contabilidad o provisión de insumos, también forman parte de tu red financiera. A propósito, ¿has revisado si su trabajo te ayuda a generar más o solo suma gastos? No se trata de recortar por recortar, sino de tener claro qué sí aporta a tu flujo de caja y qué no.
Tú, el centro de todo
¿Te sientes cómodo hablando de dinero? ¿Te permites mirar tus finanzas con honestidad o las evitas por incomodidad o culpa?
Por obvio que parezca, la persona que más debe interesarse por tus finanzas eres tú mism@ como administrador de tu proyecto. No puedes delegar del todo esta parte. Aunque tengas apoyo externo, necesitas entender lo básico de la gestión financiera para emprendedores, mirar los números y tomar decisiones.
Sin duda, hay algo poderoso en darte el permiso de mirar tus finanzas con amor, sin juicio. No se trata de ser perfecto, sino de estar presente también ahí, donde muchas veces nos ausentamos.
Procesos: el orden necesario para una correcta gestión financiera para emprendedores
Quizá no lo sepas, pero el caos financiero no siempre es un problema de ingresos bajos. Muchas veces, el verdadero desequilibrio está en la ausencia de procesos: no saber cuánto entra ni cuánto sale, no tener control de gastos, no contar con herramientas que te den claridad.
Y es que en el ámbito de las terapias alternativas, donde el foco está en lo emocional, energético o espiritual, lo administrativo puede sentirse como una piedra en el zapato. Pero, en realidad, tener procesos simples y funcionales te libera de cargas, reduce el estrés y te permite tomar decisiones con seguridad.
¿Qué deberías tener bajo control?
- Registro de ingresos y egresos. No necesitas ser contable ni usar un software complejo. En sí, un archivo de Excel bien organizado o una app sencilla pueden ser suficientes. Lo importante es que registres absolutamente todo: cada sesión, cada taller, cada compra.
- Flujos de efectivo. ¿Sabes qué días cobras más? ¿En qué semanas se concentra la mayoría de tus gastos? Precisamente, hacerte estas preguntas (y registrar las respuestas) te permite anticiparte y tomar decisiones estratégicas. Por ejemplo: si sabes que agosto suele ser flojo, puedes planificar una actividad grupal en julio que cubra ese vacío.
- Sistemas de cobro y facturación. Tener un sistema automatizado (aunque sea básico) para enviar facturas, cobrar online o confirmar pagos por adelantado te ahorra tiempo, errores y confusiones. De hecho, mientras más fluido sea tu sistema, más profesional será la experiencia para tus clientes… y más ordenada será tu gestión interna.
- Presupuestos mensuales. ¿Tienes claro cuánto necesitas ganar como mínimo para cubrir tus costes? ¿Y cuánto puedes gastar sin poner en riesgo tu emprendimiento? Crear un presupuesto te permite ver si tus precios están alineados con tus necesidades reales y si hay gastos que podrías reducir o replantear.
- Ritual financiero semanal. Asimismo, dedica un momento fijo a la semana (por ejemplo, cada viernes por la mañana) para revisar tus números. Es como una meditación con tus finanzas. Puedes ver qué facturaste, qué pagaste, si todo está en orden. No más improvisaciones ni sorpresas a fin de mes.
Establecer procesos es clave en cualquier gestión financiera para emprendedores, pero aún más si tu proyecto depende de tu energía, tu tiempo y tu motivación. En definitiva, ordenar tus finanzas te permite sostener el emprendimiento con más ligereza y enfoque.
Ganancias (Profit): el verdadero fruto de tu trabajo
Si llegaste hasta aquí, ya tienes más claridad sobre las personas que influyen en tu economía y sobre los procesos que puedes organizar para que todo funcione con fluidez. Pero aún queda una pieza fundamental: las ganancias.
Por cierto, muchas personas creen que tener un negocio rentable es sinónimo de tener mucho dinero entrando. Pero no. Lo que realmente importa es lo que queda después de cubrir gastos, impuestos, reinversiones y, por supuesto, tu propio sueldo.
¿Estás ganando o solo sobreviviendo?
En este particular, debes hacerte una pregunta clave: ¿tu emprendimiento te permite vivir con tranquilidad o estás “sobreviviendo” emocional y económicamente?
Si te sientes al límite, puede ser momento de replantearte no solo cuánto estás cobrando, sino también qué servicios te están generando más beneficios reales.
Entonces, haz una revisión de tu oferta:
- ¿Hay sesiones o productos que te agotan y casi no dejan margen?
- ¿Tienes un taller o programa grupal que genera más ingresos en menos tiempo?
- ¿Puedes crear algo escalable (como un curso online, e-book o membresía) que complemente tus sesiones individuales?
Calcula tu punto de equilibrio
Es esencial que sepas cuál es tu punto de equilibrio mensual. Es decir, cuánto necesitas facturar como mínimo para cubrir todos tus costes fijos y variables. Desde allí, puedes establecer objetivos financieros realistas que te permitan crecer sin ansiedad.
Separa tu dinero personal del dinero del negocio
Uno de los errores más comunes es mezclar las finanzas personales con las del emprendimiento. Esto genera confusión y no te permite ver con claridad si realmente estás ganando dinero.
En este sentido, crea dos cuentas bancarias diferentes (una para ti y otra para tu negocio), págate un sueldo fijo (aunque sea simbólico al inicio) y empieza a construir un fondo de respaldo.
Reinvertir también es ganar
Otra forma de ver la ganancia es lo que puedes reinvertir: en formación, en mejorar tu espacio de consulta, en herramientas digitales, en marketing. Ciertamente, reinvertir con inteligencia fortalece tu proyecto en el medio y largo plazo.
Ahora que conoces las 3P…
Recapitulemos: has aprendido a mirar tu emprendimiento desde las Personas, a organizarlo desde los Procesos, y a evaluar su sostenibilidad desde las Ganancias. Este enfoque puede parecer simple, pero su impacto es profundo cuando se aplica con constancia y conciencia.
La gestión financiera para emprendedores no tiene por qué ser complicada ni desconectada de tu propósito. Por el contrario, puede ser una herramienta amorosa y poderosa que te dé libertad, foco y paz interior.
¿Quieres aprender más de gestión financiera para emprendedores?
Si estás listo para dejar atrás la improvisación, tomar decisiones desde la claridad y construir un negocio que te sostenga con propósito y rentabilidad, te invito a formar parte del programa integral “¡Haz que suceda!”.
En este espacio aprenderás herramientas prácticas de gestión financiera para emprendedores, planificación consciente y estrategia alineada con tu esencia. Para ello, contamos con asesores expertos que, además de proporcionarte conocimientos en marketing, legalidad y finanzas, te ayudarán a establecer y manifestar tus objetivos. ¡Porque emprender con alma no está reñido con vivir bien!